Acné y Alimentación

En la sociedad occidental moderna el acné vulgar es una enfermedad de la piel que,
afecta a un 79% a un 95% de la población adolescente, en mayores de 25 años se observa en un 40% a un 54% en mujeres maduras,
en un 12%, y un 3% de los hombres seguirá teniendo lesiones de acné.

Su aparición se debe a un desorden de la unidad pilosebácea.
Se produce una inflamación y obstrucción de los folículos pilosos y de las glándulas sebáceas acompañantes (Unidad pilosebácea).

Hay múltiples factores implicados

la biología de la propia glándula sebácea, la producción de sebo, la hiperqueratización del folículo piloso, influencias bacterianas,
la función inmunológica de la glándula sebacea, neuropeptidos, citoquinas y receptores toll-like, hormonas y diversos factores nutricionales.

Durante años, se ha defendido que no existía una relación directa entre los alimentos y el acné.
Pero en los últimos estudios que se han ido realizando, además de los factores hereditarios, existiría una gran influencia de factores exógenos,
de entre ellos, la alimentación.

Influencia de la dieta en el acné

Existen numerosos estudios observacionales respecto al acné
Uno de estos estudios que llama la atención, es el que se realizó con una población esquimal y otra Zulú,
en las que se vio que no existía acné mientras vivían y se alimentaban tradicionalmente,
pero en el momento en que se desplazaban hacia las ciudades y adquirían los hábitos de las mismas, comenzaron los casos de acné

¿Que factores dietéticos son clave en el acné?

Consumo excesivo de lácteos se ha observado que el consumo excesivo de lácteos se ha asociado con enfermedades en tejidos y órganos sensibles a hormonas,
como la piel, los senos y la próstata.
Hay una contribución hormonal exógena por determinación cualitativa y cuantitativa de esteroides presentes en los lácteos.

La leche puede contener prolactina, somatostatina, factor de liberación de hormona de crecimiento (tipo GHRF),
hormona liberadora de gonadotrofinas, hormona luteinizante, estimulante de tiroides, factores de crecimiento insulínico 1 y 2,
prostaglandinas, lactoferrina, vitamina D, eritropoyetina, péptido intestinal vasoactivo, casomorfinas y otros.

Un 75 a un 90% de la leche deriva de vacas preñadas

por lo que contiene progesterona y precursores de DHT (dihidrotestosterona), que son acneigénicos.

En estudios se indicó que la asociación de acné con la leche es mayor si es descremada,
ya que su procesamiento altera la disponibilidad relativa de moléculas bioactivas o sus interacciones con proteínas fijadoras,
lo que la hace más comedogénica (formación de puntos negros).En cambio, la leche entera tiene más estrógenos, lo que reduciría el acné.

Alimentos con alta carga glucémica

Como se ha comentado al inicio el acné es una enfermedad de piel común y compleja. Un Inflamación crónica de la unidad pilosebácea,
que implica híperqueratosis y hípersecreción sebácea.

La producción de sebo, esta regulada por andrógenos, siendo uno de los factores clave en la patogénesis del acné.
La producción de sebo comienza durante la pubertad,
coincidiendo con los niveles máximos de la hormona del crecimiento y de la insulina Factor de crecimiento (IGF) -1 que ocurre en la mediapubertura.

La asociación entre el acné y la resistencia a la insulina es bien conocido en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (PCOS),
pero esta asociación ha sido mal Investigado en varones.

Existen varios estudios,

en uno de ellos se mostró que una dieta con baja carga glucémica indujo en la severidad del acné y la sensibilidad a la insulina.
En otra investigación se encontró que los individuos con acné tenían un deterioro metabólico y una disminución de la sensibilidad a la insulina.

Una de las hipótesis es que el deterioro metabólico en estos sujetos puede Influenciar en los principales factores patogénicos del acné,
como la proliferación de queratinocitos basales en la unidad pilosebácea.

Estas modificaciones pueden agravar la desquemación anormal de los corneocitos foliculares, en pacientes con acné.
De hecho, el el IGF-1 estimula la producción de andrógenos por las vías gonadal y glándulas suprarrenales y,
en consecuencia ocurre, el crecimiento de los sebocitos del folículo piloso.

También el IGF-1

es responsable de la comedogénica causada por los andrógenos, factores de crecimiento y corticosteroides.
La insulina induce la secreción hepática de IGF-1, amplificando estos efectos.

En un estudio en varones con acné resistente a las terapias convencionales se les administró un hipoglucemiante,
ademas de una dieta de baja carga glucémica obteniendose estos resultados.

Antes y el después de la intervención dietética

Esto quiere decir que consumir en la dieta alimentos de bajo indice glucémico, alimentos ricos en fibras,
como las legumbres, cereales integrales y verduras/hortalizas, mejorara la simptomatología del acné.
Además de evitar el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados, de esta manera evitaremos picos de glucémia,
menor cantidad de insulina liberada por el páncreas y por consiguiente menor secrecion de IGF-1.

Consumo de grasas

En un estudio prospectivo de ya hace tiempo, publicado en 1997, se encontró que la ingesta de alta cantidad de grasas saturadas aumenta la concentración de IGF-1,
mientras que la alimentación con baja grasa y mucha fibra tiende a disminuir la concentración de IGF-1 y andrógenos y aumentar la concentración de SHBG (globulina fijadora de hormonas sexuales), inhibe específicamente la disponibilidad de hormonas sexuales causantes del acné.

Otro factor importante dentro de las grasa es la relación que existe entre omega-6 y omega-3.
En la dieta occidental esta relación  es de 10:1, respecto al omega-6.
Este ácido graso polinsaturado es un precursor de mediadores inflamatorios que aumentaría la secreción sebácea y de los andrógenos a nivel de la glándula sebácea,
favoreciendo el desarrollo de acné.

Mientras que el omega- 3 ha sido encontrado que disminuye la IGF-1 y previene la hiperqueratinización del folículo sebáceo (1999,2000)

Antioxidantes

Las especies reactivas del oxígeno (ROS) producidos por neutrófilos están involucrados
en la progresión inflamatoria del acné.
Los ROS son eliminados por antioxidantes celulares, como la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa y la catalasa,
que están disminuidas en pacientes con acné.
En cambio, el malondialdehído, marcador de peroxidación lipídica y daño oxidativo está aumentado en estos individuos.
Se ha sugerido que el estrés oxidativo está implicado en el origen del acné y que los suplementos antioxidantes pueden ser adyuvantes en el tratamiento.

También se ha visto que en pacientes con acné que los niveles de vitamina A, E y zinc se encuentran disminuidos en los primeros respecto a la población en general.

En sujetos con acné también se informan niveles de selenio disminuidos,
asimismo la actividad enzimática de la glutatión peroxidasa dependiente de selenio está reducida,
por lo que puede ser valioso el suplemento de selenio.

El resveratrol es una fitoalexina de la piel de las uvas rojas, el vino tinto,
los cacahuates, las moras y el eucalipto que parece ser una terapéutica promisoria en el acné por su acción bactericida contra P. acnes.

El chocolate

Los trabajos de Grant, Anderson y Fulton, fueron realizados con una metodología que no puede establecer con una concluyente evidencia
que una barra de chocolate puede o no tener alguna influencia en la producción del acne.

Esto se explica porque las barras de chocolate ademas de contener cacao, contienen otras sustancias, entre ellas azúcares simples,
que como hemos visto aumentan la producción de IGF-1 causando acné.

Para finalizar:

Otros factores que afectan al acné son endémicos de la población juvenil.
En la actualidad la alimentación de este sector de la población se vuelve autónoma,
los jóvenes deciden cuándo, cómo, dónde y qué comer,
con una oferta asfixiante publicitaria de alimentos y el culto al cuerpo determinan que se observen con más frecuencia trastornos como obesidad, diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, anorexia, ortorexia y bulimia.
Asimismo, los jóvenes carecen de regularidad en los horarios,
mantienen ayunos prolongados de hasta 8 a 12 horas y consume pocos vegetales y gran cantidad de comidas rápidas (fast food) ricas en  grasas saturadas, sal y azúcares, de baja calidad nutricional.

Consejos de ayuda contra el acné

1- Llevar una alimentación saludable.
donde destaquen las verduras, hortalizas frutas y legumbres, dejando de lado las grasas saturadas y los azúcares simples y alimentos ultra procesados o fast food.
2- Evitar la bollería industrial, el exceso de consumo de alimentos con un alto índice glucémico como las pastas, arroces, pan blanco, refrescos, cereales azucarados, zumos, etc.
3- Introducir en la dieta alimentos ricos nen omega-3.
como los pescados azules (boquerones, sardinas, jureles, salmón , atún, salmonetes) y frutos secos como las nueces que son ricas en este ácido graso.
4- No fumar ni beber alcohol.
Fumar y el consumo de alcohol (vino, cerveza incluidos)  disminuye nuestro sistema antioxidante y este tiene un papel importante contra el acné.
5- No consumir en exceso productos lácteos (queso, yogur, leche etc), las recomendaciones diarias son de 2 a 3 raciones,
una ración equivalen a un vaso de leche (250ml), dos yogures o 50g de queso.
6- Uso de antioxidantes como el resveratrol y el selenio como complementos al tratamiento.
7- Siempre siempre y digo siempre, realizar el tratamiento bajo la supervisión de un médico especialista.

Pedro Marimón Cladera, Licenciado en Farmacia
Graduado en Nutrición Humana y Dietética nºcol: IB00130
Nutricionista en marimontcuida