Nutri-Score nuevo etiquetado frontal
Nutri-Score, nuevo etiquetado frontal
Nutri-Score nuevo etiquetado frontal Seguramente que te has visto rascándote la cabeza con un bote en la mano enfrente de los estantes del supermercado,
tratando de interpretar el etiquetado nutricional.
O por el contrario coges lo primero que ves y que te entra por los ojos.
Y es que cada vez se nos pone más difícil entender las etiquetas de los alimentos que consumimos,
de tal manera que ya ni siquiera perdemos el tiempo en leerlas.
Algo nada recomendable.
Pero, no os preocupéis que llega nuestra solución…a medias.
Sigue leyendo y lo entenderás.
En el año 2010,
Food Standard Agency del Reino Unido diseño un semáforo nutricional con el fin de mejorar el entendimiento del etiquetado de los alimentos por parte del consumidor.
Mediante un código de colores se identifican las cantidades de energía, grasas, azúcar y sal.
El sistema resulta muy fácil, cuanto más colorcito verde veas mejor para tu salud y cuanto más rojo peor.
Pero este sistema, no llego a ver la luz gracias a la presión de la industria de la alimentación.
No podían permitir que se llenaran los pasillos de las tiendas de alimentación con productos marcados de rojo.
¡Oh cielo Henry, no nos van a comprar ni una shit!
Los gigantes de la alimentación cambiaron los valores para que se calcularan en función de una ración,
para que prácticamente en ningún producto aparezca el color rojo.
¿Cómo hicieron eso?
Muy fácil. los valores que muestra el sistema sajón son expresados por cada 100g de producto, mientras que el de la todopoderosa industria es por porción comestible.
Así las cantidades de los nutrientes son menores.
Según ellos no es lo mismo hacerte unas rebanaditas de pan al día con crema de cacao, que acabarte el bote en unas semanas ¡Ahí con todos sus bemoles! ¡Si es un producto insano,
que más da que sea poca o mucha la cantidad, seguirá siendo insano!
Esos valores iniciales que fueron modificados, son a día de hoy una buena referencia para guiarnos en la compra de productos.
Como se puede ver, los valores se basan en la CDO (Cantidad Diaria Orientativa) o también conocida como RDA (Cantidad Diaria Aconsejada),
por lo que las cantidades varían en función de la edad y el sexo.
Así que, por lo general las recomendaciones se establecen para personas adultas tipo que realizan una actividad ligera o moderada.
En mujeres se estima un consumo medio de unas 2000 Kcal mientras que para los hombres son unas 2500 Kcal
Al fin y al cabo, si sigues estos datos te das cuenta que la inmensa mayoría de los productos etiquetados que se venden en supermercados son ultraprocesados y no deberían de consumirse,
si es que aprecias tener una buena salud.
Pero resulta que este 2019 en España va a entrar un sistema muy parecido, Nutri-Score (OMS), siendo muy probable que coexista con que la industria diseñó.
Este es idéntico al que se ideó al principio por los británicos, pero no se desglosan los macronutrientes.
Se aplica una puntuación de estos nutrientes y otros componentes más, y se le da un valor final de la A a la E. La A es saludable, la E es insano.
Pero este nuevo sistema nos lleva a una confrontación.
Y es que nos vamos a poner a comparar una lata de anchoas contra una barra de chocolate, y eso no debe de ser así.
Sino que deben de compararse alimentos de la misma categoría, como por ejemplo comparar dos yogures.
Otro aspecto, es que también pueden verse perjudicados alimentos saludables como el aceite de oliva.
Con este sistema, en su etiquetado frontal aparecerá una destacada E roja, cosa que puede influir en el consumidor de no adquirir el producto aunque resulte positivo para la salud.
Por lo que debemos de aprender a diferenciar entre los productos procesados que son saludables y los que no lo son.
Consejos para evitar tener que leer el etiquetado de todo lo que compras
Compra alimentos no etiquetados. Las frutas, verduras, carnes, pescados y huevos frescos, legumbres, etc.
Todo este tipo de productos no lleva etiquetado, salvo las bandejas de frutas, de carnes o pescados, quesos y lácteos,
que nos indican la procedencia del producto, caducidad o tipos de leches que se han usado.
Existen algunas excepciones a evitar, como ciertos preparados cárnicos o de pescados como son las hamburguesas,
nuggets, quesos de fundir o untar, lácteos hiperazucarados y edulcorados.
Otras excepciones que si resultarían ser un buen producto, son las verduras congeladas, las bolsas de ensaladas,
que no las preparadas, o los botes de legumbres o aceites vegetales.
Así que, si quieres consumir alimentos saludables, elige alimentos frescos y en caso de que estos se embolsen y etiqueten,
compra el que contenga menor número de ingredientes contengan.
Evita alimentos en que el azúcar, edulcorantes o la sal aparezca entre los 4 primeros ingredientes.
De esta manera te estarás asegurando comprar alimentos saludables.
Pedro Marimón Cladera
Licenciado en Farmacia
Graduado en Nutrición Humana y Dietética
nºcol: IB00130
Nutricionista en MarimonTCuida
BIBLIOGRAFIA
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